jueves, 17 de octubre de 2013

Canción triste y de amor - Despedida de "Andrés Sudón vive" (8)

Canción triste y de amor by Andrés Sudón on Grooveshark

El sábado 19 de Octubre de 2013 hice un concierto de despedida del disco "Andrés Sudón vive". Y se me ha ocurrido hacer aquí un comentario de cada canción. No es fácil hablar de las canciones, uno las hace para que hablen por sí mismas. Pero con el tiempo tengo un perspectiva que me permite contar sus pormenores, tanto los de su creación como los de la trascendencia que han tenido en mi vida.

Canción triste y de amor es una de las primeras canciones que salieron adelante tras un cambio de realidad en 2006. Como comenté en anteriores entradas, me sucedió en esa época algo horrible: perdí la inspiración. Pero no el deseo de cantar y de decir cosas. Fue porque estaba cansado, tenso, viviendo un cambio de rutina brutal. En resumen, estaba desconectado de mí mismo, tratando de encauzar mi vida. Había comenzado una relación estable después de muchos años de sana promiscuidad, y me había trasladado a Salamanca para empezar de cero otra vez. Abandoné mi dinámica vida en Madrid, y me fui a vivir cómodamente a mi ciudad natal. En la violenta mudanza se perdieron cosas, "hay un verso para mí /en un móvil que olvidé /en mi casa de Madrid", entre ellas la inspiración. Quedaron a medias muchas canciones que nunca terminé. Tras un tiempo de silencio, empezaron a salir cosas muy diferentes. 

Urgando en busca de algo que decir, reconocí en mí una tristeza profunda que siempre había estado latente, "esto no comienza aquí, /ni en tercero de EGB". Además, algunos de mis allegados sufrieron por esa etapa algún suceso psicológico producto y causa de depresión. Yo no he tenido nunca depresión con constancia, voy oscilando de la euforia al desasosiego sin descanso, pero abrazo la tristeza asiduamente, sé qué es. En Canción triste y de amor comienzo describiendo el paisaje interior de esa tristeza que conozco: "Hay basura en el jardín", hay algo que va mal.

El segundo verso dice "trago trazos de Ciorán". Un querido amigo me prestó un par de libros de este filósofo cuya premisa fundamental es "la inconveniencia de la existencia". Su teorías son peligrósamente convicentes. La peor tristeza que yo conozco es el existencialismo. Resulta tan creíble. El problema es que es una posición demasiado cómoda como para sentirme liberado en ella, como si te tratara de un vicio en el que consumes verdad a cambio de perder fe. "Fumo para no existir", pero "de mayor quiero cantar". No me puedo permitir, entonces, el lujo de estar deprimido. Yo en ese momento estaba fuera de combate, "Todo el cielo sobre mí, /soy espantapájaros", sólo podía quedarme mirando ese paisaje y dibujarlo en una canción.

Para colmo, ese año murió mi abuelo el día de mi cumpleaños, y a los pocos días mi abuela, lo que me llevó a meditar sobre la muerte, cosa que me da mucha pereza aún hoy día. "Hay un ovni para mí /esperando en el andén, /me da miedo irme de aquí, /me seguiré llamando Andrés". Atravesé estos derroteros de mi mente protegido por la dósis de vitalidad que provee el amor. Estaba enamorado, me sentía inmune a todo, y me agarré a eso para lanzarme al fondo del fango. "Y si ya no puedo más, /por favor, hazme un café, /ilumina mi laberinto, /con la luz de tu espiral". 

Con respecto a la música, esta fue la primera canción que compuse usando el loop station. Este aparato me permitía hacer cosas completamente nuevas. Eso fue un aliciente, estaba aburrido de mí. Además me hizo ver la música de otra manera, me enseñó y me inspiró. Y ha sido el juguete más divertido que he tenido en mi vida, después de las propias guitarras. Me gusta mucho tocarla en directo, siento como si hiciera una escultura musical. No creo que despidamos para siempre esta canción, pero la tocaré en el concierto de despedida de este sábado. No sé si me dará tiempo a hablar de todas antes de ese día, en todo caso lo haré después, así como durante el concierto. Me alegro de que os esté gustando este ejercicio/juego que estoy haciendo, gracias por las felicitaciones. A mí me está sirviendo para llegar al concierto concentrado en ellas.

Hay basura en el jardín,
trago trazos de Ciorán,
fumo para no existir,
de mayor quiero cantar.

Hay un verso para mí 
en un móvil que olvidé
en mi casa de Madrid,
en mi alma de almacén.

Todo el cielo sobre mí,
soy espantapájaros,
todo el cielo sobre mí.

Y esto no comienza aquí,
ni en tercero de EGB.
Músculos de la raíz,
fantasmas del después.

Hay un ovni para mí
esperando en el andén,
me da miedo irme de aquí,
me seguiré llamando Andrés.

Todo el suelo sobre mí,
soy espeleólogo,
todo el suelo sobre mí.

Y si ya no puedo más,
por favor, hazme un café,
ilumina mi laberinto
con la luz de tu espiral,
háblame de tu ciudad,
desnúdate.
Y si ya no puedo más... 

Todo el cielo sobre mí,
soy espantapájaros,
todo el cielo sobre mí.

Todo el suelo sobre mí,
soy espeleólogo,
todo el suelo sobre mí.

Todo el todo sobre mí,
soy.





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